miércoles, 16 de mayo de 2007

Decubrimiento de ruinas de Guatemala desde el espacio:

Desde el aire, todo, excepto la parte superior de unas pocas pirámides, queda oculto por la tupida cubierta forestal de las copas de los árboles. Sobre el terreno, árboles de 20 a 30 metros y la densa maleza pueden oscurecer objetos a tan sólo tres metros de distancia. Los exploradores pueden tropezarse con una ciudad antigua que una vez albergó a miles de personas, y no darse cuenta.Sever e Irwin proporcionaron a Saturno imágenes satelitales comerciales de alta resolución de la jungla y recopilaron información generada por el radar ASAR (Airborne Synthetic Aperture Radar) de la NASA, un instrumento que vuela a bordo de un avión equipado para estudios climáticos de gran altitud, capaz de penetrar nubes, nieve y el espeso "tejado" de las copas de los árboles.Los resultados de esas observaciones de la Tierra han ayudado al equipo a estudiar una región no cartografiada alrededor de San Bartolo, Guatemala. Descubrieron una correlación entre el color y el índice de reflexión de la vegetación vista en las imágenes (su "firma", la cual es capturada por instrumentos midiendo la luz en los espectros visible e infrarrojo cercano) y la ubicación de yacimientos arqueológicos conocidos.
Los arqueólogos Tom Sever, derecha, y Rob Griffin. (Foto: NASA/T. Sever)Los investigadores no tardaron en dar con la causa de la decoloración de la flora apreciada en las imágenes. Los mayas construyeron sus ciudades y pueblos con piedra caliza y con enlucido de cal. A medida que estas estructuras se desmoronaron, la falta de humedad y elementos nutrientes dentro de las ruinas mantuvieron acorraladas a algunas especies de plantas, mientras otras fueron decoloradas o eliminadas por completo debido a que el yeso en desintegración cambió el contenido químico del suelo alrededor de cada estructura.

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