miércoles, 16 de mayo de 2007


Educacion en Guatemala


A nadie escapa la importancia de la educación como un elemento fundamental en el desarrollo de un país. Ampliar la cobertura de la educación, expandir la enseñanza hasta los conocimientos más modernos y prácticos, salvar barreras culturales e incrementar la calidad de la educación son algunos de los retos que enfrenta Guatemala, en la búsqueda de un mejor nivel de vida para sus ciudadanos. El desarrollo y el progreso constante de todos los campos de las ciencias, así como las transformaciones sociales y económicas exigen que el sistema educativo se adapte y expanda de acuerdo a las necesidades sentidas. Sin embargo, la sola adquisición de conocimientos es insuficiente. El clima de violencia y los problemas socioeconómicos que enfrenta el país, hacen necesaria la búsqueda de una educación integral. Esta incluye la enseñanza de la tecnología y la ciencia con la clarificación de valores y actitudes positivas que brinde a nuestras niñas, niños y jóvenes las estrategias para responder a las demandas de un mundo cada vez más complejo.
En esta línea de ideas, también los Acuerdos de Paz establecen la necesidad de elaborar y ejecutar un Programa de educación cívica nacional para la democracia y la paz que promueva la defensa de los derechos humanos, la renovación de la cultura política y la solución pacífica de los conflictos. Este programa deberá promover el respeto de los valores morales y culturales, los derechos humanos, la convivencia social, la vida democrática y la conservación y utilización sostenible del ambiente.
Como parte de esta corriente, desde hace ya varios años, el Ministerio de Educación ha desarrollado acciones en el campo de los derechos humanos. Evidencia de ello es la inclusión del tema en el Diseño de la Reforma Educativa, a través de la política de desarrollo de valores. Esta política aspira a dar respuesta al clamor social sobre el énfasis que debe darse en la educación a la formación en valores. Esto implica que el sistema educativo cuente con los mecanismos para reforzar las enseñanzas de la familia y ésta a su vez forme alianzas con los educadores para fortalecer el desarrollo moral y ético. Entre sus estrategias están la sistematización de valores de las diferentes culturas del país, para garantizar su difusión e incorporación en el currículo, el fortalecimiento del Programa Nacional de Educación Cívica y Valores, y el desarrollo del enfoque de integración de teoría y práctica de valores en todos los niveles y modalidades educativas. Como parte de este esfuerzo, se han realizado otras actividades en el ámbito de la elaboración de textos, las capacitaciones docentes y el establecimiento de comisiones tanto nacional como departamentales para la enseñanza de los derechos humanos y otros temas relacionados. La actual crisis social plantea la necesidad de educar en valores. El rescate de los valores requiere el esfuerzo conjunto de la familia, la escuela y la comunidad. Es evidente la necesidad de fortalecer valores mínimos que conduzcan a una sociedad democrática, respetuosa de los derechos humanos y de la cultura de paz.

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